Las Provincias informa sobre el caso del barco de la muerte de Valencia:

El barco de la muerte a la salida del puerto de Valencia
La investigación de los abortos farmacológicos practicados en la embarcación que zarpó desde Valencia sigue lentamente su curso. El último paso se dio en Valencia, pero debe terminar en Holanda.
El juez del juzgado de instrucción número 18 de Valencia ha ordenado que Gunilla Kleiverda, una de las supuestas ginecólogas de la oenegé holandesa que se desplazó a la ciudad del Turia, sea interrogada en su país natal.
El magistrado, en su auto del pasado mes de octubre, ha detallado las preguntas que el juez holandés deberá realizarle a la mujer. En concreto, las cuestiones se centran en el número de intervenciones del embarazo que practicó o participó, las condiciones en las que se desarrollaron así como que acredite su título y que está habilitada para ejercer.
Gunilla pertenece a la oenegé holandesa Women on Waves, la asociación impulsora de la acción que se llevó a cabo en Valencia. Los hechos ocurrieron en octubre de 2008, unos meses antes de que el Gobierno ampliara los plazos legales para interrumpir la gestación.
En principio, se practicaron cuatro abortos. Uno de ellos a una menor sin el consentimiento de los padres. La legislación holandesa permite interrumpir el embarazo antes de las siete semanas sin la autorización de un profesional médico. En cambio, la misma operación no estaba autorizada por la legislación española.
La cuestión residía -y reside- en saber si los hechos se produjeron en aguas internacionales -donde rige la ley de la bandera que ondea en el barco- o en aguas de soberanía española. En el caso de Valencia, por sus especiales características geográficas, las aguas internacionales comienzan alrededor de las 17 millas (unos 30 kilómetros).
La Guardia Civil ya contestó al juzgado que desconocía el horario, el tiempo y la distancia que había navegado el velero. Es decir, que no se controlaron sus movimientos en Valencia. A los pocos días de que la embarcación abandonara la capital del Turia, el partido Alternativa Española denunció los hechos en el juzgado. En un primer momento, el asunto quedó archivado. Pero fue la Audiencia quien ordenó reabrir el caso tras recurrir la acusación la decisión del órgano.
Posteriormente, una vez el caso recayó en el juzgado de instrucción número 18 de Valencia se tomó declaración como imputado al médico José Carbonell. El especialista es miembro de la Asociación de Clínicas Acreditadas para la Interrupción del Embarazo y director de un centro en la Comunitat, se desentendió de los abortos y dijo que viajaba en el velero como simple «observador» y porque es «patrón de yate». Carbonell no aportó pruebas de que la embarcación llegara a aguas internacionales, tal y como en su día publicó LAS PROVINCIAS.
El juzgado también dispone desde hace unos meses de las grabaciones que el cámara de TVE realizó en la embarcación donde se practicaron los abortos. Sin embargo, el visionado de estas imágenes, según fuentes cercanas al caso, han aportado muy poca información.
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