Millares y millares de personas se movilizaron en Washington hacia la Corte Suprema de Justicia para defender el derecho a la vida y pedir que se revierta la decisión que legalizó el aborto en los Estados Unidos. Una movilización similar se realizó en San Francisco mientras que en Dallas las manifestaciones se dieron bajo el slogan “lo que empezó en Dallas debe terminar en Dallas”.
Las marchas, con delegados de diferentes estados de la nación, se realizan en momentos en que legisladores norteamericanos han reabierto la discusión acerca de este tema y consideran que es hora de introducir cambios a esta decisión del Tribunal Supremo de justicia, conocido como “Roe v.Wade”, con el que se legalizó el aborto en los Estados Unidos.
El caso Roe v. Wade fue presentado en nombre de una mujer que retó una ley estatal de Texas que permitía el aborto sólo para salvar la vida de la mujer. En aquella ocasión, 30 de los 50 estados tenían leyes similares a la de Texas. Por 7-2 votos, el Supremo sentenció que esa ley violaba el debido proceso establecido en la 14 enmienda de la Constitución, y que la decisión de una mujer a abortar estaba protegida por su derecho a la vida privada.
Datos estadísticos revelan que, desde 1973 en que la Corte Suprema de Justicia introdujo esta reforma, se han producido más de 50 millones de abortos, sólo en ese país, con todas las secuelas físicas y sicológicas que genera.
Una marcha similar se realizó también en San Francisco y movilizaciones en diferentes estados de la nación, promovidos por la Iglesia Católica y diversas organizaciones sociales que defienden el derecho a la vida.
En esta multitudinaria manifestación fue notable una gran presencia juvenil, demostrando que hay un cambio cultural en ese sector en el que justamente se da mayoritariamente ese problema.
Pero la discusión actual va más allá del aborto. Se defiende la vida desde la concepción, es decir desde la unión del óvulo con el espermatozoide y se considera un crimen terminar con la vida de millones de seres indefensos.
Se analiza y condena igualmente la manipulación genética dada por la utilización de células madres embrionarias para investigaciones científicas.
Las investigaciones deben realizarse con células madres adultas, para lo cual no hay que matar a nadie, dice Alfred Chofi, experto en Genética. Estas investigaciones ya han dado resultados positivos y han permitido más de 70 curaciones. En cambio, añade, las investigaciones con células madres embrionarias no reconocen la vida del embrión y matan al ser humano. Advierte que detrás de todo esto existe una industria multimillonaria en búsqueda de patentes para nuevos descubrimientos.
En Dallas, las manifestaciones pro vida se realizaron el sábado 22 de enero, con diversos actos religiosos como oración, misa en la Catedral de Nuestra Señora de Guadalupe y marcha Pro vida.
Lo que empezó en Dallas debe terminar en Dallas, decía la promoción de esta convocatoria, al recordar que fue justamente en la Corte Federal Earle Cabell donde Roe v. Vade presentó inicialmente la demanda en 1970 que concluyó en 1973 con la decisión de la Suprema Corte que legaliza el aborto en los Estados Unidos.
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