Pese a que el discurso predominante entre los movimientos provida españoles culpabiliza del aborto a «la industria del aborto», y llama a las madres abortistas «víctimas del aborto», estos planteamientos son una patraña, que sólo pretende justificar la negativa de los partidos mayoritarios a prohibir el aborto. Según el planteamiento abortista provida, como no hay madres abortistas, que la culpa de que paguen por matar a sus hijos es de otro, con apoyo a esas madres, no habría abortos, por lo que no es necesario abolir las leyes que amparan el asesinato de bebés.
Pero no es necesario buscar mucho para saber que sí hay madres dispuestas a asesinar a sus hijos. Y esas madres asesinas deben pagar por sus crímenes, no estar protegidas por leyes abortistas que es España son los propios provida los que ayudan a perpetuar.
Un nuevo caso que acaba de saltar a la luz es el escandaloso de Katrina Effert, que tras fracasar en el intento asesinar a su bebé durante el embarazo abusando intencionadamente del alcohol, procedió a estrangularlo en sus primeros minutos tras el nacimiento.
Esta «víctima del aborto», para los abortisas-provida españoles, o «víctima del infanticidio», para ser más exactos, ha quedado en libertad por el asesinato de su hijo.
El 13 de abril del 2005 dio a luz secretamente en el baño de la casa de sus padres. A continuación estranguló con sus propias manos a su hijo y tiró su cuerpo al otro lado de una cerca. Por entonces tenía 19 años de edad. Entonces dos juzgados la encontraron culpable de un delito de asesinato en segundo grado, pero en ambas ocasiones los juicios fueron declarados nulos por la corte de apelaciones. En mayo, la corte de apelación de Alberta cambió el cargo de asesinato por el de infanticidio, que tiene una pena menor
El pasado viernes, la asesina consiguió de la juez Justice Veit una condena de tres años de cárcel «suspendida», por lo cual pudo salir por su propio pie de la corte.
La juez Veit aseguró en su sentencia, con una dramática coincidencia con el discurso de los abortistas provida españoles, que la falta de una ley del aborto en Canadá implica que «mientras que muchos canadienses ven el aborto con la solución menos ideal para la práctica del sexo sin protección y para los embarazos no deseados, por lo general entienden, aceptan y simpatizan con las dificultades que el embarazo y el parto causan a las madres, sobre todo si no tienen apoyo«.
“Naturalmente los canadienses sienten pena por la muerte de los niños, especialmente si es a manos de sus madres, pero también sienten pena por la propia madre».
Así pues no sólo el aborto, sino el asesinato de bebés nacidos empieza a quedar amparado por la ley en la sociedad occidental. Tal vez no dentro de demasiado tiempo asistamos los providas a convocatorias de actos a favor de leyes que apoyen a las puérperas sin apoyo para que no asesinen a sus hijos, y a descalificaciones por parte de los organizadores, con apoyo de los medios de comunicación «conservadores», y de partidos parlamentarios, a quienes pretendan dejar el infanticidio fuera de la ley.
Hace 2 años se editó el siguiente video, de los más premonitorio:
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