Las elecciones al Parlamento de Cataluña que tuvieron lugar ayer han servido para confirmar dos cosas: El fracaso de las candidaturas de partidos provida, y el absoluto desprecio de los fieles católicos a las indicaciones de sus obispos.
Así, mientras que en una nota emitida con motivo de las elecciones lo obispos llamaban a votar a quienes garanticen “la tutela del derecho a la vida, desde la concepción hasta su fin natural; el reconocimiento, promoción y protección de la familia; el respeto de la libertad de los padres en la educación de sus hijos; la respuesta justa y digna al colectivo de los inmigrantes y a todo lo que signifique mayor justicia social; y la promoción de la libertad religiosa”, no ha llegado a 2200 el número de quienes les han hecho caso y han tenido en cuenta la vida y otros valores no negociables a la hora de votar. Es evidente que pese a la grave crisis que atraviesa la Iglesia en Cataluña, cuenta con un número de fieles mayor que ese.
A parte, si los resultados de las elecciones de 2006 fueron lamentables para las formaciones provida, en las que se presentaban Familia y Vida y AES (en coalición con DN), y obtuvieron 2776 y 2735 votos respectivamente (ni un triste 0´02% sumando ambos partidos), los de éstas han sido catastróficos. Mientras que el activismo social contra el aborto es cada día mayor, el activismo político ha quedado absolutamente arrinconado, y no parece tener suelo. Familia y Vida ha perdido el 25% se sus votos, y el SAIn, que no se presentó en 2006, ha obtenido la insignificante cifra de 82 votos.
Estos resultados no son ajenos a la campaña de asilamiento y desprestigio que desde los sectores mayoritarios del movimiento provida se da a los partidos políticos provida. El servilismo de los primeros hacia el Partido Popular es cada día mayor, y por tanto son responsables de que el aborto siga existiendo en España, pues sólo desde la política se puede terminar con esta lacra, algo que está más que demostrado que el PP no tiene la menor intención de hacer.
Por su puesto que tampoco la prensa supuestamente provida, con su continuo veto y silencio a las opciones políticas que defienden la vida, ayuda a que estas opciones minoritarias adquieran reconocimiento y apoyo entre los votantes. Se salvan algunos portales y diarios digitales, lamentablemente minoritarios.
Pese a todo, desde Manifiesto por la Vida seguiremos apoyando a quienes contra todos y contra todo, sin ninguna posibilidad, defienden la vida por que es lo correcto, y no por cálculos electorales o con palabras hipócritas y actos criminales.
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