Dos enfermeros fueron acusados de asesinato, luego de que se diera a conocer que mataron a por lo menos 16 pacientes de dos hospitales de Montevideo, en Uruguay. La defensa de los imputados sostiene que practicaron la eutanasia.
El juez a cargo de la investigación señaló que los acusados confesaron su responsabilidad en la muerte de los internos, en un caso que ha conmocionado al país, que se ha sumido en un debate sobre la defensa de estos asesinos en serie, o su merecida condena.
Según los investigadores, el número de asesinados podría subir tras los resultados de los estudios que se efectúan a un importante número de pacientes que califican dentro del rango de muerte sospechosa en ambos nosocomios.
“Mi representado confesó diciendo que, después de 20 años de trabajar en el hospital, con el estrés de estar entre la vida o la muerte, no pudo soportar esto”, dijo Inés Massiotti, abogada de uno de los acusados.
Las autoridades del Ministerio de Salud uruguayo indican que cinco de las 16 víctimas estaban en una unidad cardiológica y el resto en la de neurocirugía, pero ninguna de las dos áreas son de tratamiento intensivo. Además, una de las víctimas ya tenía el alta aprobada para salir del hospital.
Especialistas en criminología sostienen que los acusados cuentan con un perfil de psicopatía, cuyos principales rasgos de personalidad están marcados por la insensibilidad. “Lo que les falló no fue la inteligencia, sino lo afectivo. Encontraron una satisfacción emocional matando”, señala una especialista.
La Policía inició hace dos meses las investigaciones del caso, después de recibir una llamada anónima.
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Asesinan a 16 pacientes y lo llaman eutanasia.
marzo 24, 2012El Parlamento holandés aún no aprueba el suicidio asistido para mayores de 70
marzo 24, 2012La “cultura de la muerte” gana terreno en Holanda. Si bien por ahora no será legal el suicidio asistido para cualquier persona, con el único requisito de haber cumplido 70 años, el hecho de que tal propuesta haya llegado al Parlamento es significativo.
De momento, no ha prosperado la iniciativa del lobby “Uit Vrije Wil” –Por la libre elección– del que forman parte importantes personalidades del país. Sin embargo, como señala la dirigente del grupo, Yvonne van Baarle, “el hecho mismo de que hayamos traído este debate al Parlamento es, para nosotros, un hito”.
Según la militante, “con este rechazo la clase política pone de manifiesto que no está acorde con los tiempos que marca la sociedad. Quizás dentro de un tiempo la sociedad holandesa esté madura para un cambio de este tipo”.
Entre los miembros del grupo promotor del debate parlamentario están tres ex ministros (Frits Bolkestein -ex comisario europeo-, Hedy d’Ancona y Jan Terlouw), el cantante y embajador de Unicef Paul van Vliet y el neurólogo Dick Swaab, todos, por cierto, en torno a los 70 años.
Hace sólo diez años que se aprobaba una ley supuestamente “restrictiva y garantista” de la eutanasia en Holanda. Ahora se pretende que sea suficiente que la persona considere que ha cumplido un “ciclo de vida”, o que “ya no tiene sentido”, aunque se encuentre en plena condición de salud.
Es decir, ya no se trata siquiera de eutanasia, sino directamente de suicidio asistido. El requisito son los 70 años. Para los del grupo “Uit Vrije Wil” basta con decir: “Hasta aquí llegué” para tener derecho a acceder inmediatamente a la “jubilación anticipada” y abandonar esta vida.
La iniciativa legislativa tuvo cierto apoyo, fue presentado con el respaldo de unas 120.000 firmas, y un par de caras conocidas. A pesar que los liberal-conservadores, democristianos, el partido de Wilders y la mayoría de los socialistas votaron en contra, fue un “en contra” momentáneo. Los legisladores se han dado plazo hasta 2013 para realizar algún estudio y “verlo con más claridad”.
Para el suicidio asistido legal, bastaría con probar que el deseo de morir no está viciado por ejemplo por una depresión temporal o por presiones del entorno y que ese consentimiento completo lo avalaran distintos profesionales.
En Quebec un comité oficial promuebe la eutanasia.
marzo 24, 2012
Canadienses mostrando su rechazo a la eutanasia
Un comité oficial de Québec recomendó que, bajo circunstancias excepcionales, los doctores puedan practicar la eutanasia a aquellos pacientes terminales que lo soliciten.
Un informe de 180 páginas dado a conocer hoy por un grupo de parlamentarios de la Asamblea Nacional de Québec tras dos años de trabajo ofrece 24 recomendaciones al Gobierno provincial, entre ellas el controvertido apoyo a la eutanasia, iniciando asíu la pendiente resbaladiza hacia la ejecución de enfermos molestos o que no puedan defenderse.
El informe recomendó que la Fiscalía de Québec no presente cargos contra aquellos doctores que ayuden a morir a pacientes terminales que lo soliciten.
El comité estableció que, para poder considerar la eutanasia, la solicitud tiene que provenir del propio paciente, que tiene que ser adulto, padecer una enfermedad incurable y la incapacidad de soportar dolor físico o sicológico.
El informe del comité también dijo que Québec debería adoptar una ley sobre eutanasia bajo estos términos para junio de 2013.
Tras la publicación del informe, varios grupos de defensa de las personas con enfermedades terminales criticaron su contenido.
La organización Living with Dignity (LWD) dijo en un comunicado de su presidente, el doctor Andre Bourque, que el comité ha «traicionado» a los quebequeses que «han hablado con contundencia contra la apertura de la puerta de la eutanasia y el suicidio asistido».
LWD señaló que dos tercios de las aportaciones del público de Québec fueron en contra de la legalización de la eutanasia.
Por su parte, la Coalición para la Prevención de la Eutanasia recordó que una propuesta similar presentada ante el Parlamento canadiense fue derrotada de forma amplia por 228 en contra y 59 a favor, y que Québec debería mejorar el cuidado de los enfermos terminales antes de considerar la aprobación de la eutanasia.
Holanda instaura los escuadrones de la muerte de eutanasia móvil
marzo 8, 2012Holanda ha dado un paso más en la imposición de la cultura de la muerte y el desprecio a la vida y a la dignidad humanas y ha puesto en marcha un servicio de eutanasia móvil, que ha sido como escuadrón de la muerte en dicho país.
Desde que en 2002 se ganase el triste mérito de ser el primer país del mundo en legalizar la muerte para personas enfermas, se consuman entre dos mil 500 y tres mil ejecuciones por medio de la eutanasia, que suponen cerca del dos por ciento de los fallecimientos anuales, refiere la emisora BBC Mundo.
Para Bert Dorenbos, quien representa al grupo holandés Grito por la Vida, las unidades móviles llevan la legislación demasiado lejos.
Es una excusa a favor de la eutanasia para imponer sus intereses, dijo Dorenbos al tiempo que calificó el reciente servicio como una idea de locos.
También definió a las unidades móviles como una campaña de relaciones públicas más que una preocupación genuina por los pacientes que sufren.
Esos equipos, formados por un médico, una enfermera y todo el material sanitario necesario para realizar la eutanasia, tienen previsto viajar por el país para ejecutar a pacientes cuyos doctores se hayan negado a ayudarles a matarles.
Organizaciones holandesas en defensa de la vida igualan a esos grupos con escuadrones de la muerte y critican al Gobierno por hacer poco para hacer valer los ya más que laxos códigos médicos que acompañan al procedimiento de ejecución de los pacientes.
Los obispos piden «rechazar el aborto y la eutanasia» y defender el matrimonio
febrero 29, 2012Los Obispos de las diócesis de Andalucía han emitido este miércoles una nota titulada ‘Ante las Elecciones al Parlamento Andaluz’ en la que piden, como «orientaciones» generales a los católicos y «a cuantos quieran escucharnos», que se «rechace el aborto y la eutanasia» y se defienda el matrimonio como «unión estable de un varón y una mujer» a la hora de ejercer el voto en los comicios autonómicos del próximo 25 de marzo.
En esta nota, los obispos andaluces llaman la atención sobre la importancia de «participar responsablemente» en estas elecciones y de «cumplir con el deber moral que todo ciudadano tiene en la búsqueda y afianzamiento del bien común de la sociedad en todo momento». Con esta intención, según justifican en su escrito, ofrecen unas «orientaciones sin otra pretensión que ofrecer elementos morales de juicio a la hora de decidir el voto, del cual depende la consecución del bien común de la sociedad, fundado en los derechos fundamentales de las personas y grupos sociales».
Entre esas recomendaciones se incluyen las de «discernir en los programas de los partidos la garantía del derecho a la vida humana desde su concepción hasta su muerte natural», es decir, rechazar «el aborto, la eutanasia y el abandono de los ancianos, sin olvidar el apoyo a las mujeres que viven la espera de un hijo en situaciones difíciles»; o la de proteger «legal y económicamente el matrimonio como institución social, fundado en la unión estable de un varón y una mujer, y de la familia como ámbito natural de la crianza y educación de los hijos». «Esto supone la promoción del trabajo y de la vivienda, así como la puesta en práctica de un programa de inserción laboral de los jóvenes en la sociedad, de especial urgencia en la situación social actual de crisis económica», explican los obispos.
´El avance de la medicina paliativa es el mejor argumento contra la eutanasia´
noviembre 16, 2011Reproducimos por su interés la entrevista publicada en el diario canario La Provincia, al Dr Marcos Gómez.

Marcos Gómez, en su despacho del Hospital General de Gran Canaria
Considerado uno de los pioneros de su especialidad en España, Marcos Gómez recibió ayer la Medalla al Mérito del Trabajo, distinción que de inmediato dedicó a su equipo y familia por la dedicación y apoyo y las muchas horas robadas. En esta entrevista hace repaso sintético de la evolución y el estado actual de un ámbito tan sensible como los cuidados paliativos.
– Cuenta en su sitio web que se dedicó a la medicina paliativa tras vivir una experiencia de dolor extremo. En todo caso, y más allá del sufrimiento en sí, ¿qué le indicó a usted aquel dolor? ¿Fue una humillación? ¿Un encuentro con el sinsentido?
– Fue un drama, una experiencia destructiva que te anulaba como ser humano, que te impedía pensar en otra cosa que no fuera tu dolor intenso, algo realmente aniquilador. Y, en efecto, comencé a dedicarme a la medicina paliativa tras sufrir esa experiencia a raíz de una infección en un quirófano [era medico anestesista entonces] que me tuvo en cama tres años, y una parte de ese tiempo con lo que llaman dolor central, por daño en la médula, que además es de muy difícil alivio. Aquello fue el dolor de verdad, digamos. Ya entonces se empezaba a hablar de unidades de tratamiento del dolor y puse una consulta, pero me di cuenta de que el dolor no lo era todo, pues había enfermos a los que se les quitaba y seguían con muchísimos problemas, se me ponían a llorar, tenían miedo.
– ¿Y cuál fue la deficiencia fundamental que encontró?
– Pues justamente que los cuidados a los enfermos incurables, y empecé con pacientes de cáncer, no eran abordados en todos sus aspectos, no atendían a las demandas de los pacientes más allá del dolor en sí. Entonces pedí una beca de cuatro meses y me fui al Instituto Nacional del Cáncer de Milán, y allí descubrí que eso que yo intuía que debía de existir distinto de las entonces llamadas unidades del dolor ya existía y tenía un nombre: la medicina paliativa, que se plantea un abordaje integral del paciente no sólo en lo que tiene que ver con todos sus síntomas y demanda, sino con la atención psicológica y espiritual a ella o él y los familiares. Y cuando volví a Las Palmas cambié el nombre de la unidad hospitalaria y fue, de hecho, una de las primeras de medicina preventiva en España.
– Es curioso que dos dimensiones de la medicina, la preventiva -la salud pública- y la paliativa, hoy en primer plano, hayan tenido un desarrollo infinitamente menor que el de la medicina de intervención, la curativa. Y eso en un tiempo en el que la figura del médico no era la de un ingeniero del cuerpo.
– El motivo es el siguiente: antes los médicos eran personas que no curaban casi nada, no tenían medicamentos eficaces para controlar muchas enfermedades, había arsenicales, sales de bismuto, antipalúdicos y pocas cosas más, hasta que en los 40 [del siglo XX] se descubrieron los antibióticos y ahí empezó la medicina a desarrollarse, a curar enfermedades de verdad. Y desde entonces el vértigo por los avances de la medicina curativa ha llevado a los médicos a una fascinación por la tecnología, a un delirio de omnipotencia que a veces tenemos como consecuencia de la medicina tan fascinante que tenemos hoy. Y eso fue induciendo sin querer al olvido de los pacientes que no podíamos curar, a los que muchas veces veíamos como un fracaso profesional, cuando no, al verlos morir, estábamos inconscientemente viéndonos a nosotros mismos ante la muerte, lo cual no todo el mundo está dispuesto a afrontar… así desde los años 40 hasta los 80, en que en Inglaterra e Italia surge un movimiento que aborda estas carencias ya entonces enormes. A partir de ahí la medicina asumió que su papel no acaba cuando un enfermo queda incurable y que lo que ocurre es que a partir de entonces el objetivo cambia, es mantener o mejorar la calidad de vida en la medida de lo posible y atender a los familiares.
– Vivimos una época en la que en paralelo a la medicina paliativa hay demandas sociales como la eutanasia. ¿Hasta dónde alcanza la eficacia frente al dolor y las demás secuelas de la situación de incurabilidad?
– Hoy estamos en condiciones de ofrecer a los enfermos al final de su vida un modelo de atención capaz de dar respuestas a las múltiples necesidades de todo tipo, incluso las más extremas en materia de dolor. De hecho usamos analgésicos muy potentes, incluso la morfina, en las dosis que sean necesarias para, si no suprimir, sí aliviar el dolor hasta en un 90 o 95 por ciento del dolor, así como el resto de los síntomas. Y cuando un paciente en sus últimos días o horas de vida tiene lo que se llama un síntoma refractario, que no responde a nada, disponemos de un último recurso que es la sedación paliativa. Ésta consiste, como se sabe, en disminuir la consciencia para evitar que, por ejemplo, una persona con problemas respiratorios serios tenga una muerte horrorosa, por asfixia, viviéndola plenamente consciente, con lo que sufriría lo indecible. Justo la semana pasada hemos presentado una guía nacional para que todos los facultativos del sistema púbico sepan cómo proceder en estas situaciones, que era justo el conflicto que generaba el proyecto de ley que finalmente no acabó de ver la luz, porque se establecía el derecho a la sedación paliativa… Y muchos decíamos que bien, pero siempre que se lleve a cabo siguiendo la lex artis.
– Que fuera prescrita.
– Claro, que, como todo tratamiento aceptado universalmente hoy en día y, por lo tanto, con sus indicaciones y contraindicaciones, se llevara a cabo bajo el principio de la buena práctica. Es más, los avances de la medicina paliativa son el mejor argumento contra la eutanasia. En realidad, quien reclama la eutanasia lo que está pidiendo entre líneas es que le atiendan, le quiten el dolor, que no se le considere una carga para la sociedad. Por eso en los lugares donde hay buenos cuidados paliativos la demanda de eutanasia es anecdótica.
– ¿Y dónde está la frontera entre paliar el dolor y tener a alguien artificialmente con vida?
– En la medicina paliativa no se nos plantean esos problemas, porque ante un caso de alguien que no responde ya a nada nunca ponemos en marcha medidas heroicas, como un respirador artificial, por ejemplo, sino que, con el permiso del paciente o de los familiares, le disminuimos la consciencia para que no muera, digamos, de una forma inhumana. No se trata ni de adelantar la muerte ni de retrasarla por obstinación terapéutica, sino de respetar el proceso vital dándole el apoyo para evitar sufrimientos.
Holanda aplica la eutanasia a una mujer con demencia severa pese a no poder confirmar su decisión
noviembre 15, 2011La sanidad holandesa ha autorizado por primera vez que una mujer sea llevada a la muerte, a pesar de que su situación mental le impedía pronunciarse con certeza sobre si su voluntad era realmente la de ser sometida a una eutanasia. La paciente, de 64 años, falleció en marzo y había dejado por escrito su deseo de no seguir viviendo cuando la enfermedad no había deteriorado todavía sus facultades mentales, pero no pudo confirmarlo cuando los médicos decidieron quitarle la vida. La mujer padecía de demencia senil.
En Holanda el asesinato de personas enfermas está amparado por la ley desde hace 10 años, pero la ley establecía como un requisito insoslayable que la persona que desea dejar de vivir lo exprese clara y reiteradamente por sus propios medios y que sea evaluado ante dos médicos. En este caso, se trata de la primera vez que la decisión se ha basado en un documento redactado con anterioridad al momento de serle aplicados los medios para acabar con su vida. Su esposo y sus hijos han asegurado que la paciente estaba de acuerdo con esta decisión, pese a que no podían comunicarse con ella. La doctora Constance de Vries, que ha actuado como el médico que daba la segunda opinión, ha resaltado al diario «Volkskrant» las consecuencias de que se trate de la primera vez en la que se ha tomado la decisión sin escuchar formalmente al paciente que va a ser llevado a la muerte. La justicia no ha intervenido para analizar si la decisión que tomó en marzo el comité médico está o no de acuerdo con la ley, por lo que este hecho establece el primer caso de eliminación de una persona demenciada, indefensa y que no puede expresar su opinión..
“Eutanasia y aborto son atentados contra la dignidad humana”
septiembre 29, 2011Monseñor Carlos Simón Vázquez, subsecretario del Consejo Pontificio de la Familia, invitado a participar del I congreso internacional sobre la vida humana y IV congreso regional de vida y familia del NOA, dialogó con médicos y público en general. Vázquez, además de ser sacerdote, es licenciado en medicina, doctor en teología y docente. En 2008 fue designado por el papa Benedicto XVI como subsecretario del Consejo Pontificio de la Familia. Durante una entrevista con diario digital argentino El Tribuno se refirió a temas como la eutanasia y el aborto, cuestiones que se están intentando imponer desde los poderes públicos a la sociedad argentina, como ya se hizo con la legalización de las uniones de aberrosexuales.
¿Considera que el concepto de familia se ha ido transformando con el correr de los años?
Creo que sí, pero no en un mal sentido de la palabra. Hay muchos aspectos positivos que han aparecido, como el vocacional, el de cooperación, la ayuda del hombre en las labores de la casa y la preocupación por los hijos, por ejemplo. Es decir que existen muchas sombras sobre la familia actual, pero también muchas luces positivas. Me gustaría subrayar esto, pues hay un mayor compromiso de amor entre los cónyuges, una mayor implicación de todos y el respeto a los mayores.
¿Cuál es su postura con respecto a la eutanasia y el aborto?
La eutanasia y el aborto son atentados contra la dignidad del ser humano. El aborto es un crimen nefasto por el cual la persona más indefensa, pobre y pequeña, se ve amenazada por la decisión de otra persona. Es algo que entristece a quien lo hace y a toda la sociedad, porque la vida es siempre un bien.
La eutanasia es algo que actualmente la medicina tiene en sus manos. Efectivamente, hay muchas enfermedades horrorosas, pero nadie tiene el derecho de acabar con la vida de otra persona porque no nos pertenece, simplemente se nos ha dado. Administramos nuestra vida, pero no somos los propietarios de ella. Creo que hay alternativas, recursos y opciones para superar estas dificultades al inicio y al final de la vida. Yo creo que la ciencia médica está apta para conseguir un equilibrio.
¿Dónde deben pararse los médicos en relación con su obligación de brindarle al paciente una muerte digna?
El conocido “encarnizamiento terapéutico” es una desproporción en la utilización de los medios, y eso también es inhumano. La vida no puede ser artificialmente mantenida a cualquier costo. Eso no es respetar la salud. Cuando una vida ha llegado a un estadio muy delicado, quizá puede pensarse en eliminar los tratamientos naturales, como la hidratación y la alimentación del paciente, para que pueda tener una muerte natural y digna. Evidentemente, esto no tiene nada que ver con el concepto de eutanasia. Pero tampoco debería optarse por toda esa artificialidad empeñada en mantener al sujeto como un objeto que debe mantenerse a toda costa.
Durante su conferencia hizo referencia al concepto de muerte digna, sobre todo en personas que llevan mucho tiempo enfermas y que, entonces, deciden interrumpir los tratamientos médicos. ¿Cuál es la línea que divide esa decisión profesional del concepto de eutanasia?
La dignidad consiste en ser respetado como persona, en no ser tratado como un instrumento o un objeto; en ese sentido, considero que todos deben tener el derecho a morir en paz, sin ser condenados a un sufrimiento innecesario.
Detenido un médico en Francia por cometer eutanasia en 4 pacientes
agosto 14, 2011
Abogado de la defensa del médico asesino.
Según el fiscal adjunto, Marc Mariée, el médico habría reconocido haber inducido la muerte a varios pacientes, utilizando supuestamente «sustancias que provocaron la muerte inmediata» de cuatro enfermos ingresados, todos ellos de edades avanzadas y en estado terminal. Pocas horas más tarde el abogado del médico, Arnaud Dupin, confirmó que su cliente «no se arrepiente de su actuación». Bonnemaison «no ha desmentido los hechos, ha explicado las circunstancias en que tomó esas decisiones para aliviar el sufrimiento de personas que iban a morir en los minutos siguientes», según las declaraciones de Dupin recogidas por el citado rotativos. Las familias, por su parte, no han presentado de momento ninguna denuncia.
Las muertes sospechosas se han producido en los últimos cinco meses. Fue el último fallecimiento, el de una anciana de 92 años que murió el pasado 3 de agosto, el que ha destapado los supuestos casos de eutanasia, una práctica ilegal que está penada con hasta treinta años de cárcel en Francia. Nicolas Bonnemaison fue detenido por la Policía gala el pasado miércoles. Al parecer, fue el propio personal sanitario de urgencias quien alertó a la jefatura del servicio de la muerte en extrañas circunstancias de una mujer de 92 años el pasado 3 de agosto. Según el diario Sud-Ouest, la paciente nonagenaria ingresó en el hospital el 2 de agosto, en estado de coma. Permaneció en la unidad de hospitalización de corta estancia -adscrito a Urgencias-, a la espera de conseguir una cama en el servicio de cuidados paliativos, aunque falleció en la misma unidad un día después.
Enfermeras y auxiliares de la unidad mostraron su asombro por el fallecimiento «prematuro» de ésta y otros ancianos, por lo que avisaron a sus superiores que, tras recabar datos, decidieron denunciar el caso ante la Policía. Siempre según el diario galo, el acusado habría reconocido los hechos ante los agentes policiales e informado de que utilizó para esas muertes un medicamento, el Norcuron, que paraliza las vías respiratorias.
El rotativo llega a describir cómo la tarde del pasado 3 de agosto, una auxiliar habría visto al médico sospechoso cuando entraba en la habitación donde estaba ingresada una anciana con una jeringuilla en la mano y que, momentos después, se habría dirigido a la familia de la mujer para anunciarles su fallecimiento.
Michel Glanes, director del Centro hospitalario de la Costa Vasca (CHB), relató que las familias de los fallecidos están recibiendo ayuda psicológica, al igual que el personal del servicio en el que trabajaba Bonnemaison. El ministerio de Sanidad ha abierto por su parte una investigación.
Uno de cada tres médicos holandeses se niega a practicar la eutanasia
agosto 14, 2011Holanda es sin duda el país en el que la vida humana de los más débiles tiene menos valor. Sin embargo, entre el colectivo médico aún no ha triunfado completamente la cultura de la muerte.
De una encuesta efectuada en Holanda entre 800 médicos de cabecera se desprende que más de una tercera parte de ellos se negó a practicar la eutanasia en los últimos cinco años cuando ésta le fue planteada. Más del 50 por ciento de los facultativos interrogados se siente en ocasiones presionado por los pacientes o sus familiares para que lleve a cabo esa práctica asesina, lo que demuestra que los médicos son mucho más propensos a defensa de la vida que los familiares de los pacientes.
La encuesta fue realizada por un programa periodístico del canal público de televisión conjuntamente con la Asociación de Médicos de Cabecera. La ley de eutanasia entró en vigor en Holanda en el 2002. El número de casos registrados en este país se dispara con los años. En el 2004 más de 1.800 pacientes pidieron poner fin a sus vidas, mientras que en el 2009 fueron más de 2.600.