
Gallardón no tiene prisa por terminar con la ley del aborto Aído-Zapatero
El ministro de Justicia, Alberto Ruiz Gallardón, anunció esta semana durante su primera comparecencia en la Comisión de Justicia del Senado, no tiene intención de tocar la ley del aborto Aído-Zapatero al menos hasta otoño de este año.
Así lo explicó en la Comisión de Justicia de la Cámara Alta, donde puso fecha al grueso de las reformas anunciadas por su departamento, entre ellas la de ley de salud sexual y reproductiva y de interrupción voluntaria del embarazo, que entró en vigor en 2010, y que no van a reformar hasta dentro de al menos otros 7 meses más, mientras unos 70.000 niños más serán abortados al amparo de la ley Aído-Zapatero, y con cargo al dinero público.
Gallardón hizo un alarde de hipocresía al indicar que esta reforma responde a la necesidad de realizar una «ampliación objetiva de derechos para situar la vida del concebido como un elemento que acompaña al derecho al libre desarrollo de la personalidad de la mujer».
«Se trata así de ceñirnos a la doctrina constitucional, que extiende el amparo a ambos derechos sin dejar ninguno desprotegido», como sucede en la actual legislación, dijo Gallardón, que apeló al consenso de todos los grupos políticos para sacar adelante las reformas anunciadas por el Ministerio de Justicia. Sin embargo, el derecho del concebido quedará desprotegido durante meses, como demuestra la poca prisa y el escaso interés que han puesto los populares en la reforma.
El ministro defendió también que no va a esperar a que el Tribunal Constitucional (TC) se pronuncie sobre el recurso presentado por el PP a la Ley del Aborto aprobada por el anterior Gobierno, a diferencia de la Ley de matrimonio entre Personas del mismo sexo, porque el Alto tribunal ya se ha pronunciado «hasta tres veces».
«No hacemos lo mismo con el aborto porque con el matrimonio homosexual jamás ha habido un pronunciamiento», defendió Gallardón en respuesta a la pregunta del portavoz del PSOE en esta comisión, Arcadio Díaz Tejera, quién le preguntó por qué no espera a que el TC resuelva el recurso presentado por el Grupo Popular en el Congreso.
Gallardón explicó, además, que el TC ha dicho en tres ocasiones cómo se tiene que regular la protección de la vida del concebido con los derechos reconocidos a la mujer en nuestra Constitución cuando entran en conflicto. «Por eso, nosotros lo que vamos a hacer es una propuesta de legislación que es lo que el TC ha establecido», subrayó. Esto es, aplicar el aborto como se había hecho hasta 2010, con total impunidad y sin control.
Gallardón criticó que el Gobierno socialista aprobó esta ley «sin ningún consenso, ni contrato con los ciudadanos porque no iba en su programa electoral». «Hay quien dijo que fue un elemento de distracción de la opinión pública cuando no se quería que se hablara de otras cosas», insinuó. Sin embargo, el ministro pretenda que siga en vigor durante una cuarta parte de la legislatura de su partido, como mínimo.
Acerca del consentimiento paterno, dijo que «carece completamente de sentido» que se permita la decisión de interrumpir el embarazo sin notificarlo a los progenitores y tutores, «en un país donde para otros actos, como por ejemplo hacerse un tatuaje, necesitan el consentimiento de sus padres».