Conferencia del abogado que metió a Morín en la Cárcel

CÓMO Y PORQUÉ ME QUERELLÉ CONTRA EL DR. MORIN Y SUS CLÍNICAS ABORTISTAS

Cuando recibí la invitación para pronunciar esta conferencia sobre el llamado “Caso Morín”, entendí que se me impulsaba a hacer público qué motivó a Alternativa Española a tomar la iniciativa procesal en los Juzgados de Barcelona.
Quizá, por eso es necesario antes de explicar el “cómo”, comentar el “porqué”. Y para ello es preciso entender la terrible realidad del Aborto. La mayor causa de muerte en Europa y, especialmente, en España.
En nuestra patria, desde 1.985, han sido asesinados –por este procedimiento- más de un millón de indefensas criaturas en el seno de sus madres por los modos más horrorosos que uno pueda imaginar.
Pero…, ¿de donde viene el aborto? ¿Es acaso una invención del partido socialista de Felipe González? No.
Sabemos por Antonio Socci, periodista italiano, Director de la Escuela de Periodismo Radiotelevisivo de la RAI , colaborador de “Il Foglio” y editorialista de “Libero”, en un magnífico libro publicado este año por Ediciones Cristiandad (“El Genocidio Censurado. Aborto: mil millones de víctimas inocentes” ) que el Aborto es una herencia del siglo XX que nos dejaron los sistemas totalitarios.
Y tanto la izquierda como esa derecha liberal sin valores han custodiado la herencia que nos legaron los totalitarismos del siglo XX en esta materia. Es algo muy curioso de estudiar.
El aborto fue promovido, en primer lugar, por la Unión Soviética en 1.920 y luego por la Alemania nazi en los países ocupados; después sería Japón y los países europeos del bloque soviético; y no es hasta 1.967 cuando lo legaliza Inglaterra y en 1.973 se legitima en Estados Unidos.
Recientemente, la agencia de la Congregación vaticana para la Evangelización de los Pueblos, «Fides», ha hecho público un dossier titulado «La crisis de la familia en Europa» en el que aporta datos sobre la despoblación del viejo continente y los graves problemas que amenazan a la institución familiar.
Sobre la natalidad el dossier advierte que en Europa nacen cada vez menos niños: en 2006, hubo apenas 5,1 millones de nacimientos.
Grecia (con el 1,28); España (1,34), Italia (1,34) son países con índices de natalidad definidos críticos.
Sobre el tema del aborto, el dossier afirma que cada 25 segundos se realiza un aborto en Europa en 27 países, en donde cada día se cierran tres escuelas por falta de niños.
España es el país donde más aumentó la cifra de abortos en los últimos diez años, con un incremento del 75%, seguido por Bélgica, con el 50% y Holanda, con el 45%.
El aborto es la primera causa de mortalidad en Europa y ha hecho más víctimas que las enfermedades de corazón, de las enfermedades cardiovasculares, de los accidentes de la calle, droga, alcohol y suicidios.
Asimismo, el número de abortos es superior al número de los decesos por enfermedad.

La respuesta a esta complicidad entre los regímenes totalitarios y los sistemas democráticos en su tolerancia con el aborto, a “porqué existe el Aborto” hay que encontrarla en el relativismo, ése cáncer que corroe Occidente.
Jurgen Habermas y el –entonces- Cardenal Ratzinger pusieron el dedo en la llaga en esta materia cuando se preguntaron si no debía existir un núcleo de cuestiones al margen de todo relativismo como garantía de la existencia de la democracia en sí misma. Y la respuesta era afirmativa. Habermas y Ratzinger consideran que “la política es justa y promueve la libertad cuando sirve a un sistema de verdades y derechos que la razón muestra al hombre”. Eso es Derecho Natural. Platón hablaba ya de ello cuando decía que la Verdad no es producto de la “política”. Por eso, cuando las democracias relativistas piensan que sí lo es, se aproximan a esos totalitarismos que combatieron y comparten –como vemos- el olvido por la defensa del primer derecho: la Vida.
El porqué una madre pueda llegar a tal extremo de violencia hacia sí misma, hacia su propia esencia, es algo patológico. Es el exponente de cómo –aún a pesar de todo el progreso tecnológico y del bienestar material- hemos retrocedido más de dos mil años en algo que ni los romanos permitían. Por eso, sigo coincidiendo con Habermas cuando expone que hay que sacar la cuestión del Aborto de la retórica de los “derechos” y devolverla al marco de los Valores.
El Aborto sigue siendo incómodo. Hay una espesa cortina de silencio en torno a él. Y son muchos los que se dicen católicos que han hablado de “cumplir la ley” cuando eso lo único que significa es que se siga abortando, pero que no se muestren las trituradoras que tan mala conciencia crean. El problema no es de estética, sino de raíz. Es el Aborto lo que es un crimen abominable en cualesquiera de sus circunstancias o prácticas. No es admisible bajo ningún concepto. Se destruye la esencia de la Humanidad y todos perdemos mucho dando carta de naturaleza a ello.
Bajo ese análisis histórico y esas premisas previas, nos situamos en el año 2006. Han pasado ya muchos años desde 1985 y todos los movimientos pro vida han ido viendo como los políticos se han olvidado de ellos. Desde redes para ayudar y rescatar a madres a las puertas mismas de las clínicas abortistas, hasta las ayudas que desde las Administraciones se pudieran dar, todo ello ha sido sepultado por la marea arrolladora de un silencio espeso que no quiere que se muestre cómo ésta sociedad permite que el no nacido sea descuartizado antes de ver la luz del Sol.
En esas fechas de 2006, una televisión danesa emitió un reportaje grabado con cámara oculta sobre la práctica del aborto en España, documental del que se ha hizo eco la prensa española del día 30 de octubre.
Dicho reportaje mostraba a una reportera embarazada de 30 semanas que acudía a la clínica Emece de Barcelona para abortar, dada la imposibilidad legal de hacerlo en su país. Tal y como mostraba el documental, la periodista, -siempre con cámara oculta- , se entrevistaba con el director de la clínica, el Dr. Carlos Morín Gamarra, a quien manifiestaba que ha acudido a ese centro tras habérsele negado el aborto por las autoridades danesas, y que deseaba abortar por haber roto con su pareja.
El Dr. Morín Gamarra, explicaba a la periodista que reciben pacientes de diversos países, así como el procedimiento mediante el que se practica el aborto. Tras ello, la supuesta paciente fue sometida a diversas pruebas psicológicas con el argumento de que la existencia de problemas físicos o psíquicos es necesaria para que el aborto sea legal, a pesar de que ella reconoce en la entrevista que su estado de salud es bueno. Tales trámites fueron calificados por el director de la clínica como cuestiones de burocracia, y en una entrevista posterior les comunica que todo está en orden, solicitando la cantidad de 4000 € para la práctica de la operación.
El documental mencionado afirmaba que se le practicó un aborto cuando se encontraba embarazada a cambio de 4000 €.
El reportaje realizado por la televisión danesa evidenciaba un absoluto desprecio por parte del Dr. DON CARLOS MORÍN GAMARRA a la regulación en materia de aborto. Despenalizado el mismo (entre otros supuestos) en caso de grave riesgo para la vida o la salud física o psíquica de la madre, y exigiéndose un dictamen médico que acredite el mismo, la realización de tales pruebas era consideradas como meros trámites por el Dr. Morín, quien además pasaba por alto el que la presunta paciente manifieste encontrarse bien.
A ello había que añadir un segundo elemento: el que, de acuerdo con las informaciones, en ningún momento se comunica la existencia de las consecuencias del aborto o del alternativas al mismo, tal y como obliga el RD 2409/86 de 21 de noviembre, prueban la intención de practicar el aborto seas cuales fueren las condiciones reales de madre y con independencia de que efectivamente se trate de los supuestos en que el aborto se encuentra despenalizado.
Esos elementos mostraban que en las instalaciones médicas de la clínica del Dr. MORÍN GAMARRA, conscientemente se practican de forma habitual abortos con independencia de que realmente concurriesen las circunstancias exigidas para ello, y en el que la realización de los dictámenes médicos que acrediten el riesgo psicológico para la madre no era sino un mero trámite burocrático al que no se daba importancia.
(La realidad del sumario –en ese momento- no la podíamos siquiera imaginar y superaría con creces el citado reportaje y cuantos horrores nos cupiera tener en la peor de las pesadillas)
Ante esos gravísimos hechos, Alternativa Española se moviliza y, en el plazo de 48 horas presenta una Querella Criminal en los Juzgados de Instrucción de Barcelona. La cual es sellada el 2 de noviembre de 2006. Es la primera acción en forma de Querella que se presenta en España contra el Dr. Morín. (entretanto el PP se rasgaba las vestiduras y muchos de sus palmeros mediáticos se horrorizaban ante las trituradoras y ante esos “abortos que no cumplían la ley”…)
(Más tarde pudimos saber que el Foro Tomás Moro presentó, igualmente una querella dos semanas después, y el 17 de enero de 2007, la Asociación E Cristians plasma también esa acción).
El Juzgado de Instrucción n º 33 de Barcelona recibe nuestra Querella y en ella puede observar cómo pedimos:
1 º.- La apertura de diligencias contra DON CARLOS MORÍN GAMARRA y las mercantiles de las que resulta administrador, como responsables civiles.
2º.- Se proceda a la detención y prisión del presunto culpable o a exigirle la fianza de libertad provisional.
3º.- Para garantizar las responsabilidades pecuniarias dimanadas de los hechos expuestos, se requerirá al querellado para que preste fianza por importe de 600.000 € y, de no hacerlo así, se proceda al inmediato embargo de sus bienes en cantidad bastante a cubrir la referida suma.
4º.- Entrada y registro de los establecimientos en que realice sus actividades DON CARLOS MORÍN GAMARRA, así como incautación de la documentación precisa para determinar en qué condiciones se han practicado aborde DON CARLOS MORÍN GAMARRA.
5º.- Detención e interrogatorio del Dr. DON CARLOS MORÍN GAMARRA.
Se nos pidió Fianza de 3000 € que conseguimos rebajar a 1.500 € (de lo cual se benefició la Asociación E Cristians, que, rápidamente pidió ser acogida a la misma medida que se había tomado con AES)
Y, el 28 de Junio de 2007 se produce un hecho trascendental que impulsa el proceso de forma fulminante y que supondría la adopción de las medidas interesadas por AES en su Querella y que vendría a ratificar no sólo lo que se denunciaba, sino a exponer ante el Juzgado una galería de horrores, digno del GULAG soviético: la declaración de un testigo (trabajador de las clínicas de Morín) y que, solicitando ser protegido, obtiene tal consideración.

El criminal Carlos Morin detenido por la Guardia Civil a consecuencia de la querella de Alternativa Española

El criminal Carlos Morín detenido por la Guardia Civil a consecuencia de la querella de Alternativa Española

Este hecho es, en sí mismo, de muy especial relevancia porque era la primera vez en España que, por un delito de Aborto se daba el carácter de protegido a un testigo.
Esa declaración revela al Juzgado los siguientes aspectos:
– Que en los abortos de mas de 26 semanas, se falsificaban los informes psiquiatricos.
– Que se entregaba en mano la medicación a las pacientes, pero sin dejar rastro en ningún registro de ello.
– Que se hacían intervenciones a personas que decían haber sido violadas (sin establecer ningún control o denuncia por ello)
– Que los “informes” psiquiátricos eran documentos en blanco.
– Que la esterilización en las clínicas la realizaba personal no cualificado, llegando a hacerlo habitualmente el personal de la limpieza.
– Que en el año 2002, la Administración realiza un cierre provisional en Ginemedex y se llevan las prácticas abortivas a la Torre TCB en Pedralbes.
– El equipo médico titulado se niega en ese momento a practicar los abortos (por miedo a la intervención de la Administración) realizándolo el propio Morín –que está enfermo de SIDA desde 1.998- con sus propias manos.
– Se denunciaba por el testigo protegido la existencia de un triturador industrial en el que se mezclaban los restos de los llamados “abortos legales” con los “ilegales” y que se ponía en marcha en horas diurnas para no interrumpir con su ruido macabro el sueño del vecindario. (esos restos eran vertidos al alcantarillado). Otra manera de deshacerse de los fetos de las intervenciones realizadas con prácticas ilegales era la descuartizar los fetos extraidos para introducirlos por partes en diversos contenedores en los que se introducían los fetos de las intervenciones “legales” que se llevaba la empresa ECOCLINIC, es decir, se partían los fetos y por partes se colocaban junto con los fetos “legales” en los contenedores precintados.
– A las pacientes se las engañaba diciéndolas que el feto sería incinerado
– Se denunciaba, igualmente, que el personal de Morín realizaba regalos a Ginecólogos de otros puntos de España por “desviar” abortos a sus clínicas (De hecho, en el sumario aparecerán testimonios de pacientes que en otras clínicas no habían podido abortar por su avanzada gestación y cómo en las clínicas del Dr. Morín no encontraban objeción alguna).
– Que pese al reportaje de la televisión danesa, en Enero de 2007 se reanudó la práctica de abortos ilegales porque la fuente de ingresos había disminuido de forma alarmante para Morín, y se traslada el centro de operaciones a Ginemedex en la calle Dalmases 61 de Barcelona. Allí, a razón de 3000-6000 € se practicaban del orden de 15 abortos “ilegales” por semana. (Esta cifra, aunque horrorosa está lejos del record que ostentaba el Dr. Nathanson en Nueva York de 120 abortos/dia con 35 médicos y 85 enfermeras a su cargo).
– El testigo protegido narró cómo si la paciente se encontraba en avanzada gestación de más de 22 semanas y antes de las 26, si todas las circunstancias del embarazo eran normales, se manipulaba la ecografía del feto, reduciendo el zoom del aparato hasta que conste que la edad del feto como si fuera de 22 semanas. En este supuesto se realizaba la intervención como si fuese dentro de la ley, pero en realidad el embarazo no estaba en los plazos legales.
– Los archivos de estas manipulaciones se guardaban fuera de la clínica.
– Los informes psiquiátricos se realizaban sin ver ni visitar a las pacientes. Estaban realizados de antemano.

Hasta aquí la declaración del TESTIGO PROTEGIDO. Pero… ¿qué había pasado hasta entonces?
En el sumario aparecen denuncias desde el año 1.999 que fueron a parar al archivo porque ni la Administración autonómica ni la de justicia entraron a valorar si las prácticas que en éstos centros se realizaban se ajustaban a la Ley. Constan, incluso, denuncias de la Comunidad de Propietarios donde esta uno de los negocios de Morín que denuncia por carencia de licencia administrativa y pone en conocimiento de la Justicia que ahí se estaban realizando abortos. Ninguna prospera.
Hay reportajes en 2004 de The Times y The Sunday Telegraph que reflejan igualmente el escándalo y no pasó nada.
Y no es hasta octubre de 2006 cuando la televisión danesa escandaliza a Europa con sus tomas de cámara oculta en que se acredita que una mujer casi a punto de dar a luz, no encuentra traba alguna –ni le es exigido requisito alguno salvo el pago de una importante cantidad- en poner fin a la Vida que lleva en su seno.
Tras la declaración del testigo protegido, la Magistrada declara en septiembre secreto el sumario y ordena el registro de las sedes, la detención de Morín, su esposa y otros participantes y embarga 140.000 € en efectivo y se toman ordenadores y documentación.
Dentro de la declaración de Morín hay detalles espeluznantes como que realizaba los abortos con el feto vivo o cómo realizaba éstos.
Sin ser macabro si conviene recordar cómo se produce un aborto y el efecto que produce en el feto:
En 1984 durante la Convención del Comité Nacional Pro-Vida en Kansas City, Estado de Missouri, Estados Unidos, el Dr. Bernard Nathanson, un ex-abortista que ahora dicta conferencias a favor del derecho a la vida, mostró una película extraordinaria, un sonograma (película de ultrasonido) de un aborto por succión. Lo que sigue es el relato de una de las delegadas, la Sra. Sandy Ressel:
«El doctor decía: ‘La pequeña niña tiene diez semanas de vida y es muy activa’. Podíamos verla en sus juegos moviéndose, volviéndose, y chupándose el dedo pulgar. Podíamos ver su pulso normal de 120 pulsaciones por minuto. Cuando el primer instrumento tocó la pared uterina, la niña se replegó inmediatamente y su pulso aumentó considerablemente. El cuerpo de la niña no había sido tocado por ningún instrumento, pero ya ella sabía que algo estaba tratando de invadir su santuario.
«Nosotros vimos con horror como, literalmente, maltrataban y descuartizaban a este pequeño ser humano inocente. Primero la espina dorsal, luego la pierna, pieza por pieza, mientras la niña tenía violentas convulsiones. Vivió casi todo este trágico proceso tratando de esquivar el intrumento cortante. Con mis propios ojos le vi echar su cabeza hacia atrás y abrir su boca en lo que el Dr. Nathanson llamó ‘un grito silencioso’. En una parte de estas escenas sus pulsaciones habían llegado a más de 200 por minuto, porque tenía miedo. Por último, fuimos testigos de la macabra silueta del forceps que buscaba la cabeza para destrozarla y retirarla, ya que era muy grande para pasar por el tubo de succión. Este proceso homicida tomó de unos 12 a 15 minutos. El abortista que practicó esto lo había filmado por curiosidad. Cuando vió la película dejó la clínica de abortos y nunca más volvió.»
El aborto por succión apenas descrito es uno de los métodos explicados en los manuales del aborto. Otro método es el del aborto por dilatación y evacuación, que se practica en embarazos de más de 12 semanas. El procedimiento produce una innumerable cantidad de heridas de cuchilla, hasta que se produce la muerte del niño no nacido, y dura aproximadamente unos 10 minutos.
Para los abortos tardíos de niños no nacidos de más de 14 semanas de gestación, existe un tercer método que consiste en inyectar una solución salina hipertónica de alta concentración dentro del saco amniótico. Un manual de obstetricia lo describe así: «Esta solución altera la placenta, logrando la expulsión fetal 48 horas después de la inyección de la solución».
Las siguientes declaraciones forenses explican con más detalle el método de aborto por solución salina: «La acción corrosiva de la solución salina quema las capas superiores de la piel del feto. Cuando el feto es expulsado hay edema extensivo y degeneración de las submembranas.
Finalmente, toda duda sobre la existencia de dolor intenso producido por el método de aborto por solución salina desaparece cuando vemos cómo en los manuales sobre el aborto se advierte a los médicos no dejar que ni siquiera unas gotas de la solución salina entren en contacto con los tejidos maternos, porque le producirían un «intenso y severo dolor». Esta es la misma solución en la cual el bebé nada y la cual traga durante dos horas hasta que se produce la muerte.
Otro procedimiento que se utiliza para practicar abortos tardíos es la inyección de prostaglandinas. Estas son unas potentes sustancias químicas que comprimen los vasos sanguíneos e impiden el funcionamiento normal del corazón.
El sumario ha alcanzado ya más de 12 tomos, a razón de más de 500 páginas por tomo. En él, hemos podido ver la impresionante labor que ha realizado la guardia civil, colaborando y proponiendo toda la ayuda técnica posible al Juzgado. En este sentido, se interceptaron telefonos móviles y se produjo el volcado de los ordenadores embargados.
En esas intervenciones, quedó acreditado el inmenso y siniestro negocio que las clínicas del Dr. Morín han supuesto y el comportamiento –que la propia Guardia civil define como de “banda de malhechores”- de los encausados que utilizan un lenguaje patibulario, en clave (se referían a los años de la paciente para decir que se mandaban una mujer con embarazo de 28 semanas y decían “te mando una de 28 años”).
La causa ya no es solo por delitos de aborto, se ha ampliado a falsificación documental, intrusismo y asociación ilícita.
Estremecedores son historias humanas que afloran en el sumario en los que niñas de 15, 17 años son arrastradas por sus propias madres hasta los mataderos del Sr. Morín para que acabaran con “eso”. Y como una de estas niñas, casi se desangra sobre la mesa de operaciones.

Estremecedoras historias. Como la de otra mujer de 24 semanas de embarazo que pagó 3.500 € por el aborto, y que cuenta como acude sola a la clínica, la ordenan desnudarse y la inyectan un líquido blanco. Cuando despierta, pregunta qué ha pasado y le dicen descarnadamente “que le han matado el feto”. Todo ello sin consentimiento informado, sin analisis de psiquiatra y sin factura alguna.
¿Qué pasará con el Caso Morín?
Para AES es un punto de inicio. Una llamada a toda la sociedad española para que el debate por la vida provoque una conmoción en las conciencias hasta el punto que los Valores se coloquen en la primacía que les corresponden. No sólo buscamos el castigo o la aplicación de la ley a los culpables.
AES busca la derogación clara, total y absoluta de esta Ley inicua que nunca debió entrar en vigor. Después de tantos años, ha tenido que descubrirse el horror, la realidad de lo que es asesinar un no nacido, para que muchos españoles se cuestionen si tal Ley debe permanecer vigente.
Con nuestra actuación hemos desenmascarado a los delincuentes. Pero también a las Administraciones silentes. A los partidos que miran a otro lado y que quieren sepultar a AES para que su mensaje no se conozca y les deje en evidencia. Mención especial merece el Partido Popular que para no ver abrir los telediarios –tras lo sucedido en Barcelona- hizo en la comunidad de Madrid lo que no había hecho en todos estos años: Inspeccionar. Y con ello, no tuvo más remedio que cerrar la Clínica Mayrit, y llevar a los Juzgados los expedientes abiertos a la Clínica de Morin en Madrid y a Isadora. El escándalo viene cuando AES ha comprobado que la comunidad no ha mandado a ninguno de sus letrados a que defiendan e impulse estas causas penales y las ha dejado al albur de lo que el variable criterio del Ministerio Fiscal pueda o quiera establecer. Afortunadamente, AES también se ha personado en estas causas y agotaremos la ley hasta sus últimas consecuencias.
Como miembro de este partido social cristiano, recuerdo el proceso que el propio Dr. Nathanson experimentó cuando descubrió con sus propios ojos (gracias a los ultrasonidos) lo que le ocurría al feto cuando se comenzaba un aborto:
Llegó incluso a abortar a su propio hijo. «A mitad de los sesenta dejé encinta a una mujer que me quería mucho». (…) Ella quería seguir adelante con el embarazo pero él se negó. «Puesto que yo era uno de los expertos en el tema, yo mismo realizaría el aborto, le expliqué. Y así lo hice».
El movimiento provida le había proporcionado el primer testimonio vivo de la fe y el amor de Dios. En 1989 asistió a una acción de Operación Rescate en los alrededores de una clínica. El ambiente de los que allí se manifestaban pacíficamente en favor de la vida de los aún no nacidos le había conmovido: estaban serenos, contentos, cantaban, rezaban… Los mismos medios de comunicación que cubrían el suceso y los policías que vigilaban, estaban asombrados de la actitud de esas personas. Nathanson quedó afectado «y, por primera vez en toda mi vida de adulto -dice-, empecé a considerar seriamente la noción de Dios, un Dios que había permitido que anduviera por todos los proverbiales circuitos del infierno, para enseñarme el camino de la redención y la misericordia a través de su gracia».
«Durante diez años, pasé por un periodo de transición». Sintió que el peso de sus abortos se hacia más gravoso y persistente: «Me despertaba cada día a las cuatro o cinco de la mañana, mirando a la oscuridad y esperando (pero sin rezar todavía) que se encendiera un mensaje declarándome inocente frente a un jurado invisible». Acaba leyendo Las Confesiones -que califica de «alimento de primera necesidad»-, era su libro más leído, porque «San Agustín hablaba del modo más completo de mi tormento existencial; pero yo no tenía una Santa Mónica que me enseñara el camino y estaba acosado por una negra desesperación que no remitía».
Ese proceso que sufrió Nathanson y mi Fe, me ha llevado a no poder odiar al Dr. Morín. SÍ a perseguir con todo nuestro empeño los delitos que haya podido cometer. A luchar para que ese horror desaparezca. Pero también a pensar y a rezar–con las palabras del Santo Padre sobre la zona cero en estos días pasados- lo siguiente que le escuché:
Lleva por tu senda del amor
a aquellos cuyas mentes y corazones
están nublados por el odio.
Dios de comprensión,
abrumados por la magnitud de esta tragedia,
buscamos tu luz y tu guía
cuando nos enfrentamos con hechos tan terribles como éste.
[…]
fortalécenos en la esperanza,
y danos la sabiduría y el coraje
para trabajar incansablemente por un mundo
en el que la verdadera paz y el amor
reinen entre las naciones y en los corazones de todos.
Si tapamos nuestros oídos a todos esos «gritos silenciosos» que emanan del vientre de la madre, ¿sería entonces posible podremos afirmar que somos seres humanos con compasión por los demás? Si sabemos todo esto y no hacemos nada para evitarlo, ¿cómo podemos llamarnos civilizados? Pero, en el fondo, lo que digamos de nosotros mismos no tiene mucha importancia; más bien lo importante es: ¿Qué excusa daremos ante el Tribunal de Dios?

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